Aquí os presento la corrección de la actividad sobre el significado y uso de la palabra y el signo @ .
La palabra “arroba” designa en castellano una antigua unidad de medida equivalente a 11,5 kg. Procede de una palabra árabe que significaba “cuarta parte”.
La primera vez que apareció el símbolo @ fue en los manuscritos medievales como abreviatura de la preposición latina “ad”. Como los monjes pasaban largas horas copiando a mano libros en latín, era habitual el uso de abreviaturas.
Mucho tiempo después, en los países de habla inglesa, tal símbolo se utilizó para indicar precios, como abreviatura de la preposición inglesa “at”. Así, en los carteles de los precios escribían “@ 5 $”, lo que significaba: “a cinco dólares”.
En España, el signo @ se utilizaba como abreviatura de la unidad de medida “arroba”. Así escribían: “500 @”, lo que significaba que algo pesaba “500 arrobas”.
En 1971, Ray Tomlison utilizó por primera vez dicho símbolo en una dirección de correo electrónico. ¿Por qué? Porque se trataba de un signo muy usado en el mundo anglosajón por su función comercial (indicar precios) y aparecía en los teclados de las máquinas de escribir. ¿Para qué? Pensó que sería una manera clara de indicar las direcciones de correo, separando el nombre del usuario, de la compañía que albergaba el correo. Así, había que leerse el símbolo @ como abreviatura de la preposición inglesa “at”, “en” en castellano: “fulanito de tal, en tal compañía”.
En inglés, tal signo se lee “at” y en castellano “arroba” porque antiguamente se utilizaba como abreviatura de tal unidad de medida. ¿Pero qué hicieron en otros países donde tal signo no existía? Pues inventarse un nombre que recogiera de manera gráfica la forma del signo. De ahí nombres tan variopintos como: “cola de mono” (en alemán y holandés) “a con trompa” (en danés), “cola de gato” (en finés), “a envuelta” (en euskera), “ratoncito” (en chino), “patito” (en griego) y “caracol” (en italiano).
En España, además, se le ha dado otro uso al signo @: el de aludir de manera indistinta al género masculino y femenino. Así “Querid@s alumn@” debe leerse queridos y queridas alumnas y alumnos. Aunque tal uso se está extendiendo cada vez más y pretende utilizar un lenguaje no sexista, la Real Academia Española lo desaconseja.
Y así termina la curiosa historia de un signo que utilizábamos cada día sin saber de dónde provenía.
¿Te ha parecido interesante? ¿Qué nombre prefieres tú para el signo@?
La primera vez que apareció el símbolo @ fue en los manuscritos medievales como abreviatura de la preposición latina “ad”. Como los monjes pasaban largas horas copiando a mano libros en latín, era habitual el uso de abreviaturas.
Mucho tiempo después, en los países de habla inglesa, tal símbolo se utilizó para indicar precios, como abreviatura de la preposición inglesa “at”. Así, en los carteles de los precios escribían “@ 5 $”, lo que significaba: “a cinco dólares”.
En España, el signo @ se utilizaba como abreviatura de la unidad de medida “arroba”. Así escribían: “500 @”, lo que significaba que algo pesaba “500 arrobas”.
En 1971, Ray Tomlison utilizó por primera vez dicho símbolo en una dirección de correo electrónico. ¿Por qué? Porque se trataba de un signo muy usado en el mundo anglosajón por su función comercial (indicar precios) y aparecía en los teclados de las máquinas de escribir. ¿Para qué? Pensó que sería una manera clara de indicar las direcciones de correo, separando el nombre del usuario, de la compañía que albergaba el correo. Así, había que leerse el símbolo @ como abreviatura de la preposición inglesa “at”, “en” en castellano: “fulanito de tal, en tal compañía”.
En inglés, tal signo se lee “at” y en castellano “arroba” porque antiguamente se utilizaba como abreviatura de tal unidad de medida. ¿Pero qué hicieron en otros países donde tal signo no existía? Pues inventarse un nombre que recogiera de manera gráfica la forma del signo. De ahí nombres tan variopintos como: “cola de mono” (en alemán y holandés) “a con trompa” (en danés), “cola de gato” (en finés), “a envuelta” (en euskera), “ratoncito” (en chino), “patito” (en griego) y “caracol” (en italiano).
En España, además, se le ha dado otro uso al signo @: el de aludir de manera indistinta al género masculino y femenino. Así “Querid@s alumn@” debe leerse queridos y queridas alumnas y alumnos. Aunque tal uso se está extendiendo cada vez más y pretende utilizar un lenguaje no sexista, la Real Academia Española lo desaconseja.
Y así termina la curiosa historia de un signo que utilizábamos cada día sin saber de dónde provenía.
¿Te ha parecido interesante? ¿Qué nombre prefieres tú para el signo@?
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